El alma, espacio sagrado de mi ser. Lugar del manantial, lugar de mis profundidades. El alma, templo de mis más intimas emociones y lo inalterable de mi ser.
Hermosa experiencia nadar en sus aguas a mis anchas, con total libertad...sin pensar, analizar, reflexionar, medir...solo estar y nadar con serenidad, total tranquilidad. Solo estar, estar allí con una sonrisa, solo estar, escuchar, dejar surgir.
En ese manantial estar y observar, entrar en las profundidades, dejar pasar y limpiar. Explorar y escuchar, escuchar, ecucharme...estar y sentir.
Hay verdades profundas. Dejarme envolver y disfrutar de la brisa...hasta allí llega mi respiracion, entra la vida que recorre todo mi ser y me nutre. Hasta allí entra lo que alimenta y limpia, aclara oscuridades y disipa las sombras.
Estando allí, en medio de la bondad y la belleza inalterable que hay en mi interior, estando allí, veo la obra del Dios de mi vida. Él, que dijo cuando me creó: " Y vio Dios que era bueno". (Gen. 1). Veo allí lo mas hermoso que creó Dios en mí, para mí y para Su Reino.
Entro en la profundidad de mi ser, el lugar más puro y dulce de mi ser. Mi alma, mi manantial que siempre anhela la respiración que nutre, la belleza de la vida, el silencio para escuchar la obra de Dios, el silencio para conocer la belleza que ama y saca a la vida.
Muy profundo, como la imagen, profundo y amplio, sentí sumergirme en ése mar azúl, del pensamiento, hermoso y liberador.Gracias
ResponderEliminarGracias Aracelis, Bello Regalo que invita a conectarnos con Nuestro Manantial y a Escuchar. Gracias por una vez más hacer una entrega de ti, Queq como abono nutre nuestro Ser. Gracias. Abrazo Grande����
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